
La primera mención en un documento de este postre data del año 1329 Naumburg cerca del Sale, como un regalo de navidad ofrecido a un obispo.
Por aquel entonces era un pastel más ligero, ideal para los ayunos de adviento.
La forma antigua es muy similar a la actual, ha sufrido pocos cambios, porque se elabora intencionadamente con la forma de un niño envuelto en pañales, recordando al niño Jesús recién nacido. Esto explica su capa externa de azúcar glaseado.
Tras haber sido cocinado en el horno, el Stollen debe reposar 3 semanas en un sitio fresco, para que las fruas vayan dando el aroma y el sabor en su interior.
El Dresdner Stollen, es el más clásico de los Stollen y desde 1997 se ha protegido con denominación de origen para preservar la receta que sólo 150 pasteleros de Dresden están autorizados a elaborar.
El sello amarillo, en donde se plasma la figura de Augusto el Fuerte, confirma la calidad de los ingredentes y la autenticidad del producto original de Dresden.
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